La lujuria de sus labios es una tentación para mi alma
esa misma alma que se enreda en palabras para desatar una furia
nunca pensé en surgir de nuevo
y mucho menos pensé en que fueras esa infinita pretensión 
algo que aprendí fue que jamás renové mis raíces
que no cambié placer por amor
la mejor herramienta que encontré fue un olvido puro


Al desaparecer en tinieblas
las únicas luces que brillan son mis anteojos
qué guían el buen camino que lleva mi conciencia
el tiempo enseña a callar para otorgar culpa a quién lo merece
y en verdad sigo con tranquilidad mi vida de teatro y letras
giro por si veo tu sombra
y rezo porque su alma no pase lo qué paso la mía


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