REENCARNAR
Pasar de una vida miserable a una de espejos y reflejos sistemáticos. Mi presencia el día de hoy es la de un vendedor de tinto, mi labor es brindar calor a quién tiene frío, debo llevar un camino largo y tendido para componer un sueldo. No sé con precisión que clima hará el día de hoy, tal vez demasiado calor para brindar mi auxilio, o simplemente debo aguardar como gato agazapado, a un cliente en medio del viento y el frío. Pasan las horas y veo cómo se consumen los minutos sin venta alguna, mi labor de ardua resistencia parece que se quiebra, le pido a todo lo divino que se apiade para el regreso a mi hogar, que se apiade de mi cansancio y me permita llenar mi bolsillo. Este camino resulto ser la consecuencia de vivir en cuna de cartón, de mi analfabetismo rural, este camino fue debido a la pobreza de mi ciudad, que afecta a los escasos de dinero y destruye a los fuertes de bondad. Porque hoy pesa más la moneda robada, que el centavo