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Mostrando entradas de abril, 2015

REENCARNAR

Pasar de una vida miserable a una de espejos y reflejos sistemáticos. Mi presencia el día de hoy es la de un vendedor de tinto, mi labor es brindar calor a quién tiene frío, debo llevar un camino largo y tendido para componer un sueldo. No sé con precisión que clima hará el día de hoy, tal vez demasiado calor para brindar mi auxilio, o simplemente debo aguardar como gato agazapado, a un cliente en medio del viento y el frío. Pasan las horas y veo cómo se consumen los minutos sin venta alguna, mi labor de ardua resistencia parece que se quiebra, le pido a todo lo divino que se apiade para el regreso a mi hogar, que se apiade de mi cansancio y me permita llenar mi bolsillo. Este camino resulto ser la consecuencia de vivir en cuna de cartón, de mi analfabetismo rural, este camino fue debido a la pobreza de mi ciudad, que afecta a los escasos de dinero y destruye a los fuertes de bondad. Porque hoy pesa más la moneda robada, que el centavo

MORIR

Parte de la vida que sabemos que existe algo llamado corazón, ya que ahí se siente el vacío de una pena de amor Hoy anduve en el laberinto de mi cuarto, encontré un viejo diario que marcaba lo tarde que llegué, mis propósitos fueron en vano, el amor de mi conciencia fue eliminado por labios ajenos a mi alma. Sin saber que el cuarto que rondaba resulto ser el calabozo del infierno, lo supe en el momento que vi que no era un diario, sino la lista de mis pecados. De haber sabido que el amor fuera tan parco y narciso, habría montado una mímica de Ulises para ser un macho cabrío, habría sido marino empedernido, para robar y matar corazones sin temor a la consecuencia. Ahora que estoy cautivo en la jungla del castigo, debo enmendar errores que nunca cometí, sólo pensamientos que pesan igual que la pasión carnal. Voy a juzgar a cada puta que pasó por mi cama, para salvar de mis sabanas la poca gracia que deje en

MADURAR

Dícese del momento donde curamos las heridas con lágrimas, alcohol y delirios de rencor. Y eso de vivir, es el pergamino que se inicia para deleitar un camino, parece crecer, pero parece morir, madurar en sentido contrario a los frutos del paraíso, contemplar las ventanas cuando llueve y no cuando es verano. Y eso es vivir. La temperatura de mis labios marca una sed de amor, la carnívora diligencia del dinero, para urgencias de placeres banales que calmen angustias, la labor del obrero para ser hormiga en un mundo, la conciencia impura pero ebria para canalizar el dolor. Y eso es madurar. Las canas en la barba de pirata de antaño, los consejos que vibran en la soledad de mi cuarto, presión de la adultez y el abandono de la niñez, la pelea entre sueños y realidad, el alejo de anhelos y la llegada de los castigos, el perder la razón y la lucidez por simple cansancio moral. Y eso, eso es la vejez

NACER.

El inicio de una vida no es el día que nacemos, es el día en que descubrimos el porqué de nuestra existencia. Cuando nací en mi cuna de oro contemple mis mandatos, comprendí que la cuchara era para juzgar, y mi lengua para sentenciar, la prenda que vestía era la vida de trabajo de todo un reino. Y mi destino marcar la ley de todos mis ciudadanos, el poder indica que nací para mandar, cuando nací estuve ente pieles de animales exóticos, me crié entre narcisismo y terquedad. Anduve entre palacios y sirvientes, y lo único que hice fue nacer en cuna de oro para juzgar, mi poder surge para ordenar y disfrutar, mi corona para humillar y no trabajar. Mi reino es el que nunca ningún mortal va a alcanzar, mi poder es alcanzar lo que el esclavo nunca tendrá, nací en cuna de oro para eliminar, para creerme inmortal. Y para demostrar que la riqueza es un puñado de miseria, que sólo otorga al hombre un poder que jamás podrá manejar, por eso digo que