EL VACILE DE UN PICOTERO - CAPÍTULO I
EL BARRIO PICOTERO
DE
PELA’O
Este amor a la champeta inicia
bailando en la casa con la vieja, pues ella cuando era pela’o me enseñó a mover la cintura y aflojar los problemas
con el baile, yo recuerdo ganar picós champeteros, peleas, y levantar niñas
solo con el movimiento de esta cintura.
Cuando pela’o mi má me ponía melodías
de: Ismael Rivera, Pastor López, Alfredo
Gutiérrez y me enseñó a bailar. Mi madre querida cada que me lleva a la
fiesta de fin de año de la cuadra me escoge como parejo, ella sabe que conmigo
no hay quién nos gane, entonces ¡aja!, este don, este poder yo lo uso pa´la
feria, pa´gozar y mover la chapa con las chicas.
Si no tuviste la fortuna de aprender a
bailar, si tienes la cintura tiesa, ¡aja mijo!, párate frente al espejo y dale
al baile hasta que se doble el espejo de placer por verte mover, ponte una
canción a todo timbal, si jode algún vecino,! Ñerdaaa!, más volumen le pones,
el ruido te acopla pa’l escándalo de la discoteca, y si te dedicas a escuchar
esos ritmos caribeños, compadre te aseguro que puedes bailar. Todos llevamos el
caribe y el África en la sangre.
De cuándo acá solo meneamos la melena, nosotros somos sabor papá, y la
pena, la pena la dejas en los calzones cagados, acá somos furia mi llave,
conquistadores que no le temen a lo que hablen, y aprende una cosa pela’o: si
hablan mal es porque estás haciendo bien las cosas, eso es envidia, y te ven
como una amenaza.
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ARRIBA
EL PICÓ
Yo crecí en el barrio más picotero, allá la joda y el vacile es una cosa natural, es
el sector dónde tiene más fuerza la champeta. Mi infancia está adornada por los
sabores musicales de: Viviano Torres,
Charles King, Mr. Black, Luis Tower y muchos masters más, estos que escribo aquí son los sollados y
plenos de la champeta.
Los picós en la cuadra son como
pescados en el mar; abundan los panas que le dan maquia al danzal, la cosa
funciona así: un Picó es un sistema de sonido capaz de desencadenar una fiesta ¡descomunal!
Estas letras que escribo aquí son las
propias para que los rolos y hasta los mismos costeños que nos dicen a los
champeteros vándalos, entiendan cómo es esta vuelta, esta vaina es el mero despeluque,
cero guerra y violencia mi pana, acá la cosa es de gente propia, esta historia
es la plena mi socio pa´ borrar tanta mentira.
Los entendidos de la vaina hablan que
la palabra picó es un dispositivo que recoge la energía vibracional del
movimiento de la aguja sobre el acetato y la convierte en pura energía sonora
pa’ poner a gozar a la gente por medio de tremendo sistema de altavoces.
Imagen Saga Uno
Pa’ tener un picó ni el hijueputa
debes tener: potencia sonora en los bajos, una buena colección de discos
exclusivos y ser un DJ maquia en la selección de canciones pa’ montar un
ambiente emocionante, un diseño salvaje y una decoración que distinga a tu picó
de los otros
Cada picotero le pone su esencia al
nombre artístico y a la imagen que va en una tela que cubre la parte frontal de
la caja de Parlantes, pa’ ese dibujo se usan colores brillantes pa’ pegar duro
y llamar la atención.
Pa´ ponerlo en los términos que un
cartagenero expresó: “El picó es la
vanidad expresada en decibeles y pintura"
La cosa del apodo de “el barba” viene por una reina de pelo
frondoso en la cueva, y ¡ajá!, cuando bajé al pozo, pues me quedó la mera
barba, y mi panas se la pillaron y desde ahí quedé el barba, pura cosa de la
joda, hasta mi apodo viene por culpa de ser el papá de los levantes ¡no joda!
Mi brother, yo no quería quedarme a
dar bala y robar, yo trabajaba poniéndole color
con marcadores a los afiches de picó que se ven por las calles, ese era mi
trabajo.
Mi amor a la champeta se fortalece por
mi entorno, los picós son una cosa natural, y la música champetera
nueva llega todos los días, porque es la movida más brava en piratería. Los piratas mueven la música, tú consigues: compilados,
volúmenes, producciones champeteras, lo que suena en la calle, de todo llave, ese
es el lugar pleno pa’ escuchar champeta buena mi hermano.
Pero a esta vuelta le faltaba una
cuota de exportación mi llave, de sacarla de ese capullo, la vaina es que la champeta
se queda solo pa´ entendidos, y toca ponerle sabor y relato pa´que desde el
pastuso hasta el llanero se sienta identificado con relatos que le pasan a cualquier
gavilán en su galpón.
Mira, esa vaina plena del despeluque,
de ver a la gente contenta fue lo que me motivó a montar mi picó.
La cantidad de gente que
admira la champeta es una cosa gigante, pero desafortunadamente, la cantidad de
pendejadas que sale en la televisión de los picós, no joda, es una vaina
maluca, y no falta el cachaco con medias y sandalias que vive asustado con los
champeteros, ¡anda! relájate mi llave.
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