EL VACILE DE UN PICOTERO - CAPÍTULO II

EL PICÓ DE DISCOTECA



Imagen Saga Uno




La inspiración en las letras de mis canciones son pura influencia de la farra y el perreo.  Ya de andar de picó en picó por el barrio tenía que probar cómo era la vuelta en discoteca, me fui para Didonky, un bar en Olaya que queda sobre la avenida Pedro Romero y que cada fin de semana monta un picó. 

Yo andaba a los 16 años tirando danzal mi llave, y así aprendí todo mi ritual de galán, hembra que pillaba hembra que me levantaba, mis amigos siempre me envidiaron por esa parla sabrosa que tengo, igual yo cero envidia y la verdad que me dediqué a enseñarles a mis llaves a que levanten también.

Quién se iba a imaginar que tanta aventura con las champeteras me iba a servir como inspiración para las letras de mi picó original.

Te voy a contar cómo es el ritual y cómo son las vueltas mi hermano, anota y practícalas mi llave que son efectivas.



ALISTA LA PEINILLA

Pa’ toda rumba hay que ir bien engominado y cachetoso, la pinta es clave pa’l levante y conseguir goce – goce en la noche. Esa vaina de ponerse los harapos del año pasado, los vestidos del abuelo, la camiseta desteñida de fútbol, esa vaina no pega en la rockola.

Ponte algo que brille, un vestido que hasta el demonio envidie, un traje de lino blanco como la luna y pulcro como las olas del pacifico. Adorna tu pinta con un sombrero que cubra tu mirada, pa´que nadie se pille pa’ dónde ves, y la chica de la noche ni se fije que le tienes la mira puesta.

Los zapatos tienen que ser de charol, los más cómodos para acabar la suela en la pista. Recuerda: hombre que baila bien es culo de polvo en la cama, entonces a practicar los pasos porque nada de dejarse borrar por los manes que rondan el antro.



CONQUISTA A LA MÁS LINDA

Ponle cuidado a este levante pana: estaba yo echando gafa a las hembras del bar, y pillé a esta nena, una pelada diferente, pensé: esa niña no es de por acá, no me acerqué, no le dije nada, ni la invite al danzal, nada, solo la miré y la miré, pero con esa mirada de enamorado, esa mirada de ese man que ama la vida y ve la felicidad  representada en una persona, así la miré, la hembra no se aguantó, me sostuvo la mirada y me hizo una sonrisita, ahí papa supe que cayó.

La saqué a bailar una champeta, y te digo mi vale, ese baile fue full bacano, porque no fue vulgar, muchos piensan que se debe bailar siempre morboso y agarrando duro, y no, la champeta se puede bailar también despacio, con calma mi viejo, con clase, este baile es para manes inteligentes que saben mover la cadera y que piensan con la porra de arriba, quien muestra el hambre pierde, entonces a esa pelada rubia hermosa le baile pegadito pero tranquilito.

Acá va un consejo mi vale: estando en la pista de baile, no te pongas con bobadas, ni a preguntarle: en qué trabaja, si está soltera, ni tampoco te pongas a decirle cursilerías pendejas, no le digas piropos baratos. Nada de eso llave.

Cuando te encuentres con una mujer que te cautive, dile de forma elegante: “si tengo la fortuna de verte de nuevo te voy a recitar mil y una canciones de Héctor Lavoe, porque de tanto oír al gran cantante solo sueño con una mujer así de hermosa como tú”.

Ponle corazón, báilale una champeta sin ser abusivo, y dedícale esa pieza de baile con el corazón, y sabes qué mi pana: esa pelada cae, porque si la tratas como a una dama, le sabes coquetear con moderación y te sabes controlar, esa hembra se pierde contigo al ritmo del Saya y de Mr. Black.



   





DEL BAILE AL ARRUMACO Y LUEGO AL EL RÍO.

A esa bella doncella, la que está dando pasos de baile contigo, cógele la cintura y acércate lento al cuello despacio, huélele esa fragancia que emanan las mujeres dueñas de sí mismas, esas que se hacen respetar y saben atrapar, que se dejan enredar pero al final no comen nada de parla.

Ve despacio, no hay afán, en la pista de baile y en el bar del diablo nunca amanece. Baila despacio, y recuerda que tienes que tener agarre duro, firme y llevar la cadencia en el baile para que ella sepa que está contigo. Mírala a los ojos, fijamente, apenas ella muerda ese labio, pásale la mano suave, acércate, y ¡pumm! zámpale un beso hermoso carajo.

¡Aja mijo!, después del primer beso es cuestión de llevarla con piropos, baile, mucho cuidado y caballerosidad, nada de hacerte el agrandado, al contrario, enaltece a esa mujer hermosa y sé atento con la pelada.

Cuando veas que llega el momento donde los ojos fisgones estorban y el único testigo que necesitas es la luna, te vas directo al Motel El Río, dónde nadan los tiburones de placer y euforia mi pana.



QUE SUENE EL TRA-TRA

Este es el momento cumbre, donde los hombres se convierten en dioses y le damos la espalda a la luna para darle duro a la matraca hasta que amanezca.

Mi señor se apiade de lo que esa niña está apunto de gozar, porque de placeres culposos, hacer el amor es entregar hasta la última gota de sudor.

Los que sabemos de la pichadera sabemos que una buena faena tiene: previa, ronda de calentamiento, un intro, himno nacional, canto a la patria, sudadera de pescado y borojó, faena de toreo bravo y duro no jodaaaa!, salto olímpico, salto con garrocha, excavación de cuevas, perforación y pavimentación de lozas, desviada de ojo y entrega de medallas.

Porque faena sin aplausos no es una buena corrida, entonces cuando tengas a tu jeva, dale pa´que suene el tra – tra y hasta que el vecino del ministerio sepa que en el cuarto 304 del Motel El Río están festejando la fiesta del sexo.



RONDA LA SELVA

El buen amante no es el que solo da matraca y se larga como hijo de panadero perdido, no, el caballero es ese man que sabe hacer la vuelta de forma elegante, se pasea por la selva del sexo, saca machete y da machetazos de caricias, que va despacio, que descubre cuál es la debilidad de la mujer y la complace, porque de nada sirve botar y desfogar si la susodicha no disfruta, ¡no jodaa!

Deja el afán, dale con calma y placer, así como el maestro Miyagi que le enseña a su discípulo que de a poco se logra lo bueno y que un movimiento bien hecho logra una explosión de emoción ni la hijueputa en la mujer.

Luego de mínimo 6 horas continuas de rondar por ese bello monumento llamado mujer, ¡aja cuadro!, tienes que escucharla, sé un caballero que también le da placer mental.



Nada mejor que el alivio de desfogar el cuerpo y la calma de sacar esas palabras que tenemos en el pescuezo.


Eso se llama pisar terreno mi pana. Nada mejor que amanecer feliz y contento, satisfecho y orgulloso de hacer la tarea bien, dale un beso de despedida a esa bella mujer y respira hondo y profundo llave, por saber que vives y sabes vivir.

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